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VISITA AL BANCO DE ALIMENTOS DEL CRPS DE SANTANDER
14/12/2018
Las personas usuarias del CRPS de Santander acudieron el pasado 5 de diciembre a las instalaciones del Banco de Alimentos de Cantabria.
Coincidiendo con la proximidad de las Fiestas Navideñas, y con la gran recogida de alimentos en distintos puntos de la ciudad, se aprovechó para realizar esta visita y así conocer el trabajo que desarrolla dicha asociación.
Desde 1994 el Banco de Alimentos de Cantabria viene gestionando la recogida de productos alimenticios aptos para el consumo humano, para donarlos posteriormente a las personas que lo necesitan, promoviendo la solidaridad en nuestra Región.
Las familias cántabras más necesitadas, infancia, personas mayores, mujeres, personas con discapacidad, personas sin hogar, minorías étnicas, personas con drogodependencias, reclusos y clausura son el objetivo fundamental en la consecución y aprovechamiento de los alimentos excedentarios.
Esta labor es gestionada principalmente por voluntarios, personas que sin ánimo de lucro, acuden cada día a colaborar con esta causa. María y Marcela dieron una pequeña explicación a las personas usuarias del funcionamiento y los fines del Banco de alimentos. Y Roberto encargado del almacén, les mostró las instalaciones y todos los alimentos que se acumulan para su posterior reparto.
Son muchas las empresas colaboradoras, entre ellas varios supermercados de índole comarcal y nacional, también se puede colaborar de forma individual aportando lo que se pueda a través de las recogidas que se realizan en supermercados y a través de donativos o en los colegios, donde además tratan de educar en valores y en el no despilfarro a los más pequeños.
Las personas usuarias se mostraron muy interesadas en esta labor contra el hambre y la pobreza. Les sorprendió, por un lado, la cantidad de alimentos que se despilfarran al año, en España 8 millones de toneladas y por otro, la generosidad de la gente.
Agradecer a los voluntarios que tan amablemente nos atendieron y que promueven valores como la idea de ahorrar, dar y compartir, frente a la imperante cultura de tener y derrochar.